Toda reacción genera una acción,  esto es bastante conocido y aunque sabemos que mantener la calma parece algo difícil aquí te mostraré él porque se volverá necesario que respires profundamente un par de veces antes de enojarte o que si es irremediablemente necesario conozcas  las consecuencias y aprendas a usar este generador de energía de forma asertiva.

El enojo es un estado emocional normal que tiene el ser humano y que tiene diferentes intensidades por lo que es necesario que aprendamos a regularla ya que como cualquier otra emoción que sintamos tiene como misión realizar cambios psicológicos, físicos y biológicos en nuestro organismo, el problema reside cuando se vuelve destructivo.

Cuando el enojo es una constante en nuestra vida ya sea causado por frustración, intolerancia o miedo, se vuelve más difícil su manejo volviéndonos presas de un estado emocional negativo, nocivo y destructivo tanto para nosotros mismos como para la gente que nos rodea.   Hay personas que entran en un estado de enojo continuo causado por estas circunstancias y les resulta difícil tomar las cosas con calma y se enfurecen,  estudios psicológicos muestran que las personas que han sufrido mucho o que se les ha dado todo y que provienen de familias disfuncionales los hace presos de estas y otras emociones afectándoles en la forma en que reaccionan.

Así mismo además de las emociones generadas por el enojo tenemos a nivel biológico cambios producidos por las descargas de adrenalina y cortisol hormonas encargadas de mandarte explosiones de energía y fuerza  para protegerte de los peligros como respuesta instintiva al miedo, lucha o huida y que  elevarán tu presión sanguínea, contraerán los músculos y el cuerpo entrará en estado de alerta y tensión elevando el umbral del dolor, tu respiración y la temperatura corporal aumentarán, se acelerará tu ritmo cardiaco, la digestión se detendrá  y tus pupilas se dilatarán;  por lo que de forma constante y continua estas descargas de hormonas lejos de ayudarte estarán dañándote puesto que cada vez que te enojes el mismo proceso entrará en acción una y otra vez  y que con el tiempo estos altos niveles de cortisol harán que tus tejidos musculares sufran daños, se deteriore tu metabolismo, acumules más grasa en el cuerpo lo que ocasionará que los ácidos grasos se acumulen en las arterias y a un futuro puedan causar una afección cardíaca además de influir de forma negativamente en tu estado emocional y físico.

Ahora bien como todo en esta vida existe el otro lado de la moneda y también el enojo tiene su lado positivo el cual si aprendes a usarlo correctamente en niveles y situaciones adecuadas se volverá  una herramienta que podrás usar a tu favor.

Bien manejado el enojo llega a serte de gran utilidad ya que es un motivador para realizar cambios en la forma en que te relacionas con los demás, si aprendes a expresar y enfocar con la persona indicada correctamente tu enojo podrás decir que es “exactamente lo que te molesta de forma asertiva”, aprenderás a poner límites y a decir ¡no!, lo utilizarás como un eficiente sacudidor que te quite la flojera, te dé fuerzas para enfrentar el miedo y una maravillosa herramienta para el auto-empoderamiento lo cual te permitirá ser firme, aprender a respetarte y darte a respetar.

Si para ti el control de tus emociones te resulta muy complejo y tienes problemas con tus amistades, familia, en tu entorno laboral te sugiero ir con un profesional que te oriente para descubrir que es lo que te lleva al límite y de esta forma puedas desarrollar técnicas para tener respuestas emocionales más adecuadas, que te permita auto-conocerte y  puedas sentirte libre y en más en control de tus emociones, en  otras palabras en armonía contigo mismo.

Lic. Fabiola Aquino

Psicoterapeuta Transpersonal