ESTRÉS: Proviene del latín que significa “apretar u oprimir”

La psicología lo reconoce como una sobrecarga emocional y mental en el individuo creado por un estado de tensión y que en pequeñas cantidades resulta ser benéfico porque nos motiva, lo percibimos como un reto, nos impulsa a desarrollar nuestras habilidades, además que el tener una meta a lograr resulta emocionante y nos estimula a mejorar nuestro rendimiento concentrando nuestra energía en función de nuestros logros.

Todo hasta aquí es maravilloso sin embargo el ESTRÉS NEGATIVO (agudo y crónico) tema que nos interesa y desde hace ya algunos años ha sido de suma importancia para los estudiosos de la conducta humana, es aquel que nos genera ansiedad, preocupación, se siente desagradable y nuestra percepción es de angustia viéndonos afectados en la salud mental y emocional así como los rendimientos en la vida familiar, laboral, académica, personal y las enfermedades psicosomáticas.

Algunos de sus efectos:

Biológicos: Aumento de corticoides, sequedad de boca, dificultad para respirar, sudoración excesiva, escalofríos, se puede sufrir de erupciones, dermatitis, colitis, insomnio, etc.

Psicológicos: Angustia, aislamiento, apatía, irritabilidad, mal humor, baja autoestima, depresión, frustración, vergüenza, agresión, nerviosismo, olvidos frecuentes, bloqueos mentales, arranques emocionales, comer de forma excesiva o inapetencia, un consumo excesivo de alcohol o tabaco, puede también presentarse una conducta impulsiva, drogadicción.

Para mí resulta difícil clasificar los factores estresantes ya que es un fenómeno altamente subjetivo y que es diferente para cada persona y todo dependerá de sus percepciones y reacciones al medio ambiente y al contexto de vida que hayan tenido y tengan en este momento, lo que puede resultar doloroso para una personas puede pasar inadvertido en otras sin embargo haré mención de los recurrentes en mi consultorio para que puedan darse una breve idea.

• Desempleo
• Conflictos de las relaciones Interpersonales
• Enfermedades
• Problemas económicos
• Inseguridad laboral
• Conflicto con compañeros de trabajo
• Muerte de un ser amado
• Divorcios o separaciones

Ahora bien por otro lado y esto es lo más preocupante no solo existen factores estresantes fuera de la persona como los mencionados arriba sino que también existen aquellas fuentes internas que son mucho más negativas y que se le resta importancia o se les nulifica como sentimientos, pensamientos y comportamientos “habituales” siendo estas patrones de comportamiento disfuncionales y que lamentablemente son con los que vamos viviendo día a día viéndolos como “algo normal” pero que sin duda causan más daño que los externos.

• Miedos
• Fobias
• Pensamientos obsesivos
• Pensamientos catastróficos -Efecto Pigmalión y Profecía Autocumplida- (exagerada e incontrolada preocupación por acontecimientos futuros como: enfermedades, perdida del trabajo, abandono, quiebre económico, etc.)
• No cumplir con las expectativas de otros
• Ser “ perfeccionista”
• El no poder establecer límites y mantenerlos
• La frustración de no lograr u obtener lo que uno quiere

• Dilatación de planes o proyectos
• Expectativas poco realistas
• Falta de reconocimiento
• Subestimación al peligro
• Sentirse vulnerable
• Procrastinar o descuido de las responsabilidades
• Aislarse por miedo al rechazo
• Hábitos nerviosos
• No poder dormir
• Entre muchos más.

Si te encuentras en un situación similar en donde te sientes agotado por este síntoma y deseas liberte de él, no te preocupes tienes una solución muy cerca de ti: la Psicoterapia Transpersonal utiliza la HIPNOSIS ERIKSONIANA y la Meditación para encontrar los estímulos y eventos productores de estrés y a través de ellas podrás modificar tus respuestas emocionales ante el mismo con efecto duradero liberándote de la angustia producida y reconociendo su origen.

Fabiola Aquino de la Torre

Psicoterapeuta Transpersonal