Este cambio de proceso resulta un tanto dificil para las parejas porque en primera instancia las peleas, los largos silencios e incluso el aislamiento debieran reconocerse como un paso adelante donde ambos se comiencen a reconocer como seres individuales y con personalidad propia, donde deberán aprender a ser capaces no solo de estarse enamorando de la misma persona sino de aprender a amarse genuinamente; dicho de otra manera el estar “enamorado” es mezclar mi propia personalidad con la del otro es mantener un apego tóxico, disfucional y codependiente con la pareja, a la gran diferencia de lo que es “amar” a la pareja, esto es aceptarlo(a) tal y como es, con su luz y con su sombra, sus aciertos, faltas, diferencias, similitudes, fortalezas, debilidades, miedos, carencias, dones, cualidades y talentos; en pocas palabras es amar su ser en todo su esplendor.
Las crisis en las pareja se convierten en grandes oportunidades para cambiar y mejorar la relación, sin embargo, en ocasiones, las relaciones permanecen en un estancamiento por largo periodo de tiempo, por lo que a veces resulta recomendable buscar la ayuda de un profesional para salir de ese letargo emocional.
Lic. Fabiola Aquino
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Transpersonal.